El mencionado Jaume Roures procede del nacionalismo catalán, y ha medrado con los medios informativos de Telefónica, pero, en un alarde de pluralismo, ha sabido mantener unas espléndidas relaciones con el otro poder audiovisual: Jesús Polanco. Si será listo el tío... De hecho, puede decirse que en España sólo hay dos poderes televisivos: la pública RTVE y la polanquista Sogecable. El grupo Cártel pertenece, naturalmente, al aznarismo, y enfrente se sitúa el cántabro don Jesús. El resto es un páramo.
Y es que Polanco se está saliendo con la suya en la fusión de las dos plataformas digitales. Es más, el editor está consiguiendo algo más preciado que el monopolio de la televisión de pago: la impunidad para ejercerlo. Así, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha elaborado un informe sobre la marcha de Digital . En ella, el acomodaticio presidente de la CMT, Carlos Bustelo, afirma que Digital está cumpliendo con las condiciones impuestas por el Gobierno, lo cual es cosa de mucha risa. La CMT sólo impone dos "peros". Por una parte, su programación básica (la cuota mínima de enganche), cuyo precio fue congelado por el Ejecutivo. En otras palabras, para burlar la norma que imponía la congelación de tarifas, lo que hace Digital es imponer un paquete básico que, efectivamente, es muy básico, demasiado básico. De esta forma, cumple con la congelación de tarifas, pero carga al abonado los extras, que, seguramente, este va a acabar por solicitar.
Por otra parte, el Gobierno también obligaba a Digital a ser un transportador de señales neutral. En otras palabras, se obligaba a la compañía a cambio de su condición de monopolio a contratar contenidos de terceros. Por decirlo de algún modo, Digital tiene prohibido negarse a emitir según qué productos y según qué canales.
Pues bien, con la productora Media Park, que puede acabar en liquidación, Polanco demostró que lo importante no es la letra de la ley sino su espíritu, es decir, la interpretación que el poderoso editor quiera darle. Con un contrato ya firmado por Vía Digital con MediaPark y que, por tanto, debía subrogarse, obligatoriamente, la neonata Digital , Polanco se planta y busca al hombre en lugar de al balón. Exige romper un contrato ya firmado (imagínense lo que exigirán a los productores que todavía no han firmado un contrato), o simplemente que se atengan a las consecuencias. Se da la circunstancia de que Media Park era propiedad de Iberdrola, la segunda eléctrica española y muy sensible a cualquier información de los poderosos medios de Polanco. No obstante, el presidente de MediaPark y responsable jurídico de Iberdrola, Jesús Trillo Figueroa, hermano del ministro de Defensa, aconsejaba ir a los tribunales y enfrentarse directamente a Polanco. No se lo permitieron y una inoportuna enfermedad le puso fuera de la batalla. Al final, Iberdrola prefirió ceder antes que batallar. Con don Jesús nadie se atreve. En resumen, todo parece preparado, también desde el Gobierno, para permitir que Polanco se convierta en el amo de la televisión de pago en España, amén de sus poderosos medios de acceso gratuito.