Pero lo más gracioso de la modesta subida de Zapatero, y sin duda digna de aplauso, es la reacción del mundo económico.
La prensa especializada advierte que Zapatero puede hundir la política del déficit cero y que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, convertido, no se sabe muy bien por qué, en el guardián de la ortodoxia fiscal, se encuentra cada vez más solo. Todo ello por 24 euros de subida al mes.