Saben aquel del hombre que se encuentra con un amigo en la calle, y le pregunta:

- Qué cara más triste llevas, Pepe.

- No es para menos. Has de saber y, por favor, no lo comentes, que a mis cuarenta años todavía me orino en los pantalones.

- Caramba Pepe, no me extraña que andes como alma en pena. Pues chico, lo único que puedo aconsejarte es que vayas al urólogo y te pongas en tratamiento.

Dos meses después, los dos amigos vuelven a encontrarse:

- Hombre Pepe, pareces otro.

- Y gracias a ti. Seguí tu consejo, me fui al psicólogo, me aplicó un tratamiento y aquí me ves, como nuevo.

- ¿Has dicho al psicólogo?

- Pues sí, y me puso en tratamiento.

- Que no, Pepe, que yo te envié al urólogo, no al psicólogo.

- Ahí va, pues te entendí mal.

- Bueno y qué, ¿ya no te orinas en los pantalones?

- No, ahora me orino igual que antes, pero ya no me importa.

En Radio Nacional se demostró que Mac Luhan no tenía razón: el medio no es el mensaje, lo que ocurre es que se come a los mensajeros. Quiero decir que me apena un tanto ver al director de RNE, José Antonio Sentís, un tipo al que siempre tuve por sensato, ser absorbido por lo que podríamos llamar, la horterada cultural imperante en los medios del Aznarato. Así, el diario hablado de la tarde volvió a sacar un brevísimo razonamiento de Martínez Camino para dejar bien claro que la Iglesia se quedaba sola ante todos los partidos políticos y ante los técnicos, o sea, los científicos, o sea, los objetivos. Y como muestra un botón, el oficiante, perdón, el director del diario hablado entrevistó durante 10 minutos a l a directora del estudio que un grupo de psicólogos (o sea, los técnicos) habían realizado sobre 28 niños que vivían con homosexuales. Dado que encontraron 28 casos ilegales y raritos, ya se supone en qué ambientes buscaron. 

Naturalmente, los niños eran una maravillosa: autoestima, ambiente de tolerancia, buenas calificaciones escolares. Es más, no vieron nada raro en ellos: no tenían cuernos ni rabo, ni tan siquiera un par de cabezas que les distinguieran. Es decir, que llegaron a la muy científica conclusión de que, después de todo, lo mismo da que un niño se eduque con dos lesbianas, con dos gays, con una madre soltera (también le parecía excelente a l a entrevistada), que con un solterón. Nuestros psicólogos son enormemente tolerantes y, si el caso lo requiriera, incluso estarían dispuestos a que un niño se criara con un hombre y una mujer. Por que lo que importa no es la continencia, sino la autoestima. Digo...

Estos estudios psicológicos tienen la enorme ventaja de que la premisa se confunde con la conclusión y la conclusión con la premisa. De hecho, como sólo contamos con un estudio, podemos permitirnos el lujo de repetirlo una y otra vez. Naturalmente, si un psiquiatra, un psicólogo o el mejor especialista en materia de educación (los padres de familia), dijeran lo contrario de nuestra psicóloga entrevistada, bueno, entonces no nos encontraríamos ante un estudio científico, sino ante una mera opinión partidista.

El centro reformismo ' aznarista' y ' marianista' se ha desmelenado, también en televisión. La espléndida decisión judicial que condena a dos niñas a tener por madre y padre a dos lesbianas ha sido vendida por la televisión pública con singular entusiasmo.  La televisión pública, los voceros del Gobierno, dedicaron 13 minutos a cantar con entusiasmo la nueva época que se abre ante nuestros ojos. Todos los invitados estaban encantados con la adopción lésbica, salvo el secretario de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino, otra vez los cuervos, anunciando banalidades tales como la de que un niño precisa de la feminidad de la madre y la masculinidad del padre. Tedioso, lamentable y poco científico. Alguien llamó a la redacción de Informativos que dirige Alfredo Urdaci (derecha reaccionaria, ustedes saben) y le colgaron el teléfono afirmando que habían hecho un trabajo "muy equilibrado". Ciertamente, cualquiera que lo viera hubiese llegado a la conclusión de que al redactor lo mismo le daba un niño entre gays que un niño entre lesbianas. Todo sea por el pluralismo.

Es decir, que el escenario político en España se divide entre los tres grandes partidos: los comunistas de Izquierda Unida están felices por la novedad navarra. El PSOE también, sólo que quiere un amplio consenso sobre la cuestión. ¿Y si no lo hay? Pues, mucho diálogo. El Partido Popular, por su parte, respeta la decisión de la jueza, pero recuerda, como buen leguleyo, siempre preocupado por la forma, que la ley está recurrida (se refiere a l a ley navarra, aprobada por sus enemigos políticos, no a las leyes de pareja de hecho de sus compañeros de partido, Gallardón o Zaplana).

Menos mal que la jornada reparó una buena noticia: El Tribunal Constitucional aceptó el recurso del Partido Familia y Vida contra la Ley de Parejas de Hecho de la Comunidad de Madrid, es decir, del popular Ruiz Gallardón. De otra forma, el asunto podría resultar preocupante.

La pregunta sigue siendo la misma. Para aquel que vota por la familia natural y en defensa del ser humano más débil y de la vida humana en toda sus etapas, ¿qué puede hacerle el PSOE que no le haya hecho ya el PP?

Eulogio López