- La cotización de la operadora ha bajado un 5%, justo un día antes de que Fernández Pujals comience un road show.
- Vodafone y Orange han firmado un acuerdo para llevar fibra óptica a seis millones de hogares españoles en cuatro años.
- Acusan a la operadora española de ralentizar las negociaciones para compartir su infraestructura.
- "Si no llegamos a un acuerdo acudiremos de inmediato a la CMT, a Bruselas y a donde haga falta", han declarado.
- Las dos empresas invertirán un total de 1.000 millones de euros.
"Se asombraba un portugués
de que todos los niños de Francia,
desde su más tierna infancia,
supieran hablar francés".
Estos versos vienen a cuento para ilustrar la rueda de prensa conjunta que han protagonizado este miércoles los consejeros delegados de Vodafone y de Orange en España, el portugués Antonio Coimbra y el francés Jean Marc Vignolles respectivamente (en la imagen, de izquierda a derecha).
Ambas compañías han firmado un acuerdo para desplegar fibra óptica en España. Esperan llegar a seis millones de hogares, locales comerciales y oficinas en más de cincuenta ciudades españoles en cuatro años y medio. Para lograrlo invertirán un total de 1.000 millones de euros, 500 millones cada una.
Durante la presentación, los directivos no han ahorrado en críticas a su gran rival, Telefónica. Pero la que de verdad ha salido trasquilada ha sido Jazztel, que el pasado mes de octubre firmó un acuerdo con la operadora presidida por César Alierta para el despliegue de fibra.
Lo cierto es que la compañía presidida por Leopoldo Fernández Pujals ha sufrido un duro golpe en bolsa -al cierre de estas líneas sus títulos bajaban más de un 5%-, y eso justo un día antes de que el directivo comience un road show entre inversores para buscar comprador. El valor de la operadora en bolsa es de 1.420 millones de euros.
Volvamos al acuerdo Vodafone-Orange. Tanto Coimbra como Vignolles han criticado de manera muy dura a Telefónica, sobre todo por ralentizar las negociaciones para compartir su infraestructura. Para que nos entendamos: Telefónica es la única que a día de hoy tiene fibra óptica en España que llega a unos 2,2 millones de hogares. Según la legislación vigente, tiene la obligación de compartir su infraestructura horizontal -la que va por las calles-, es decir, los tubos por los que va la fibra óptica.
Pero la legislación actual no concreta la obligación de compartir la infraestructura vertical -la que llega a los hogares-. Sólo dice que las compañías deben negociar. Según Coimbra y Vignolles, Telefónica está retrasando esa negociación sin motivo, mientras continúa su despliegue y la captación de clientes. "Es algo inadmisible", ha llegado a declarar el máximo responsable de Orange.
Por eso, "Si no llegamos a un acuerdo acudiremos de inmediato a la CMT, a Bruselas y a donde haga falta", han declarado ambos directivos.
A pesar de esta declaración de intenciones, tanto Coimbra como Vignolles se han mostrado optimistas, y creen que al final llegarán a un acuerdo con Telefónica. "A ella también le va a interesar porque querrán llegar a hogares en los que ya estemos nosotros", han argumentado.
El acuerdo Vodafone–Orange sólo es para el despliegue de fibra. La comercialización de servicios la harán por separado y en competencia. De hecho, Orange ya ha comenzado un proyecto piloto en el barrio de La Vaguada, en Madrid, en unos 50.000 hogares, que confía poner en marcha durante el segundo trimestre de este año. Por su parte, Vodafone confía en poder ofrecer fibra óptica a partir del último trimestre de este año o primero de 2014. El objetivo marcado por ambas compañías es llegar a un mínimo de 1,6 millones de hogares en los dos primeros años.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com