Basada en hechos reales, Voces en la noche adapta para la gran pantalla la novela "El oyente nocturno", de Armistead Maupin, un escritor homosexual muy de moda en los años 70 y 80. Este, debido a su celebridad, recibió un manuscrito de un joven de 14 años en el que narraba, de manera pormenorizada, los abusos sexuales que sobre él perpetraron sus padres. El novelista, intrigado por el relato, trabó amistad con el muchacho, vía telefónica, pero cuando quiso conocerlo personalmente algo no cuadraba en tan singular historia.
El director Patrick Stettner ha transformado, en esta película, al escritor por un locutor radiofónico y se supone que ha intentado ser fiel al best seller de Maupin pero, en su plasmación en imágenes, ha fallado totalmente. No sólo porque todo el argumento (a caballo entre el thriller y el drama) es morboso sino porque hay una clara disociación entre los primeros 45 minutos y el resto del metraje. Es una película tramposa, se juega a engañar al espectador. Así, en la primera parte se muestra como real lo que supuestamente pasa por la cabeza del locutor (sin dejarlo claro), mientras que en la segunda vamos descubriendo con el protagonista que nada tiene que ver con lo que presumiblemente hemos visto.
Robin Williams y Tony Colette encabezan el reparto de esta película tremendamente compleja y sórdida.
Para: Nadie