También en Onda Cero, José Antonio Vera, coincidía con Cernuda en destacar la labor de los abogados de Pinochet: Tenía una legión de abogados que han tratado de marear la perdiz para evitar que tuviera que comparecer. Creo que también puede abrir una fase de normalización de la vida chilena. Sigue habiendo millones de personas que reclaman al dictador por aquellos crímenes. Hay que insistir en la atrocidad de sus crímenes, se enriqueció de forma lamentable, y es importante, decir que Pinochet se fue él sólo y dejó la dictadura él solo, cosa que puede ocurrir en dictaduras de corte fascista pero nunca puede ocurrir con dictadores de izquierda, como el caso de Fidel Castro. Con frecuencia se tiende a destacar la figura de Salvador Allende. Pero también hay que decir que no era Allende el demócrata ideal, porque defendía la instauración de una dictadura de corte soviético en su país. Igual resulta que no hubiera habido otras elecciones.