La verdad es que al ya famoso desayuno de oración con el presidente Barack Obama va a asistir media humanidad. Al menos 50 periodistas españoles, profesión muy adicta a la plegaria. Más que un desayuno de oración, observando a la mayoría de los presentes, podría hablar de un aquelarre, aunque, eso sí, un aquelarre laico y, como tal, oneroso para las arcas públicas.
Sin embargo, entre ellos no estará el consejo delegado de Vocento, José Manuel Vargas.
Y lo ha intentado, e incluso lo ha prometido a su Consejo, un poco amoscado con él, por aquello de las pérdidas de 2009.
Ocurre que empleó todas sus influencias para conseguir una invitación pero cuando el todopoderoso jefe de Gabinete de Presidencia del Gobierno, se dirigió a Rodríguez Zapatero para decirle que José Manuel Vargas quería acudir al archiconocido desayuno: ¿quién es ése?, preguntó el presidente de turno de la Unión europea (UE).
Pero Vargas no debe preocuparse porque el señor Zapatero no le identifique. De hecho, nada más llegar a La Moncloa, en una charla sobre el nacionalismo vasco, alguien aludió a Sabino Arana, para verse inmediatamente interrumpido por ZP con la misma cuestión que la de Vargas: ¿Quién es Sabino Arana?
Eulogio López
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