Sr. Director:

Las anomalias en la gestión del gobierno socialista son evidentes. Su actuación no atiende a las necesidades del conjunto de la sociedad y a sectores enteros de la misma, que ven empeorar sus condiciones y perspectivas reales de vida. Trabajadores, jóvenes , jubilados , viudas, matrimonios con hijos , han entrado en una pendiente cuyo resultado está todavía por experimentar pero que salta a la vista

Es de sobra conocido que el zapaterismo no llega ni a sucedáneo de aquella izquierda intelectual noble que defendía una serie de valores. El uso y abuso del llamado "buenismo" en sus discursos es constante en el actual presidente del gobierno. Emplea términos agradables y muy sugerentes  como "paz", "amor", "alianza", etc. Se trata de palabras y lemas que, por su ambigüedad –en unos casos–, por su enormidad –en otros–, no todo el mundo puede valorar ni medir. Esto provoca cierta admiración en las capas de ciudadanos menos informadas ya que son, generalmente, incapaces de profundizar en el análisis y descubrir todo este invento "zapateril".  Resultado: el sopor de las conciencias, llena de vacío ideológico, que provoca cierto "relax moral", donde cabe todo. Y  es que el Gobierno  socialista  va creando el necesario ambiente (siempre según sus  intereses) en la opinión pública  para que, en el momento en el que se tome cualquier decisión, el coste en términos electorales sea el menor posible. Para esa tarea de adormeciemiento social el Gobierno cuenta con inestimables colaboradores en los medios de comunicación que preparan los argumentarios que medios y periodistas de cuestionable independencia seguirán al pie de la letra. Es la política de la imagen, de lo instantáneo, donde el morbo de algún escándalo tipo "Pantoja", la noticia de un proyecto, de algo que solo existe sobre el papel, desplaza de la atención, incluso de los políticos, el resultado de lo que se esta realizando.

Joaquín Reina González

sorbedruna@yahoo.es