Repsol promete a las familias de sus trabajadores que traerá a todos a España

La situación hasta el momento es clara: todos los países que tenían a algún ciudadano en Libia han ido sacándoles tras el conflicto. Por el contrario, los españoles sufren la incompetencia del Ministerio de Exteriores, que no ha logrado que su avión aterrice en suelo libio.

Así que algunos se han tenido que volver en aviones fletados por Portugal, otros en el avión enviado por Repsol para sacar a sus trabajadores y otros quedan todavía allí. Una vez más, son otros los que sacarle las castañas del fuego al Gobierno, incapaz de resolver en tiempo los asuntos más serios. Recordemos que en 2007 fue Sarkozy quien trajo a las cuatro azafatas españolas secuestradas en Chad.

El avión español sigue esperando en Argelia y, a este paso, llegará cuando las revueltas hayan pasado. Una metáfora de la política de Zapatero. Mientras, Antonio Brufau, presidente de Repsol, se mostró comprensivo este jueves con la labor que está realizando el Ministerio de Asuntos Exteriores. Aseguró que habla todos los días con la ministra Chacón y que hay que entender que todos podemos tener problemas. Por supuesto, Brufau no dio detalle de cuántas personas quedan por traer, ni dónde, ni cuando ni cómo, ya que resultaría peligroso para la seguridad de la operación: Si hemos logrado un éxito es porque hemos estado calladitos, dice Brufau para justificar su discreción, pero promete a las familias traer de vuelta a los trabajadores que quedan en Libia. ¿Irá Zapatero a recibirles al aeropuerto para hacerse la foto?

Mariano Tomás

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