Luego está Mario Iceta, 41 años, médico y sacerdote. Vicario de la Campiña en el Obispado. El apoya el presidente actual, Miguel Castillejo. Por último, el vicario general de la Diócesis, aunque no con pocas aspiraciones.
El caso de Cajasur es muy especial. Como otras entidades de ahorro, ha sido fundada por la Iglesia, pero en este caso la Iglesia ha retenido su control, lo que no ha ocurrido con otras cajas, que pasaron de la mano de la jerarquía a los partidos políticos y sindicatos por ejemplo, Caja Madrid, segunda entidad del sector y fundada por el padre Piquer a finales del siglo XVIII).
Castillejo y Cajasur se convirtieron en el objetivo más obsesivo de la actual ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que a toda costa quería controlar la entidad y fusionarla con otras cajas andaluzas que ya controlaba (todas). Castillejo se acogió la tutela del Ministerio de Hacienda, pero la Junta ha recuperado sus fueros y vuelve a la carga.
Álvarez incluso llegó a pagar con dinero público a una auditora externa para que inspeccionara a Cajasur, a pesar de que el Banco de España insistía, e insiste, en que no hay problemas de solvencia en Cajasur.