Un breve apunte para los que no conozcan el dato: la novela "Sin destino" está considerada por muchos especialistas como la mejor obra escrita sobre Holocausto y una de mejores de la literatura contemporánea.
La película, al igual que la obra literaria, nos muestra con cierta distancia emocional la brutal realidad que le tocó vivir, durante año y medio, a un adolescente judío, perteneciente a una familia no practicante. Este chico, en esos años de búsqueda de identidad, estuvo internado en dos campos de exterminio sin entender porque le condenaban por algo que él no se sentía: judío. En un primer momento, al adolescente Gyurka le sostuvo su propia ingenuidad y optimismo pero más tarde sólo llegó a salir adelante gracias a otros compañeros que le enseñaron a sobrevivir.
En esta agónica travesía podrán contemplar cómo algunos de los internos salieron ilesos de la experiencia porque pusieron en práctica al argumento esgrimido por el gran psiquiatra Victor Frankl (también prisionero en Auschwitz) que defendía que sólo volvieron a su hogar aquellos presos que tenían una razón para vivir.
Sin destino, de ritmo sosegado, resulta de una dureza extrema para el espectador y ello se debe a que se limita a contar, sin tapujos, el día a día de esos campos. Además no es sólo una narración de acontecimientos sino que, a lo largo de dos horas de metraje, Sin destino da vueltas a la gran paradoja de este adolescente que se vio inmerso en un destino que nunca imaginó y para el que nadie está preparado.
La película, que cuenta con una fotografía increíble y una banda sonora poderosa (responsabilidad de Ennio Morricone), a pesar de haber sido estrenada en varios países en el año 2005 ha pasado desapercibida. No dejen que el silencio y el olvido sumerjan a esta película que, como otras sobre El Holocausto, sirven de recordatorio sobre lo que nunca debe volver a producirse…
Para: Los que les gusten los dramas comprometidos o quieran tener más información sobre el Holocausto.