Hace 10 años la multinacional alemana Siemens compró la fábrica de componentes de telefonía que Amper poseía en Zaragoza por 108 millones de euros. Con Eduardo Montes como presidente de la misma, Siemens conseguía asegurare de esta forma, pedidos para Telefónica entonces matriz de Amper por derecho –ahora solo de hecho-. En efecto, Siemens es el principal proveedor de redes para el grupo Telefónica.
Pero los costes son los costes, y resultaba que los empelados de la fábrica de Amper en Zaragoza cobraban mucho más que las plantillas del Tercer Mundo, por ejemplo.
Así que, pagado el peaje, los alemanes comenzaron a despedir trabajadores. Tampoco el recorte era suficiente, por lo que ahora ha llegado el cierre definitivo de la factoría con 311 empelados a la calle. Eso sí, Siemens continúa siendo el principal proveedor de Telefónica, presidida por el aragonés César Alierta.
Los alemanes aseguran que la culpa la tiene el Gobierno aragonés de Marcelino Iglesias, que quería convertir la fábrica en un centro de alta tecnología. El Gobierno aragonés asegura que Siemens les ha sorprendido y que la multinacional nunca ha querido poner en marcha el centro de I D. Desde Munich aseguran que la División de tecnología, que llevaba el español Eduardo Montes, ahora con un pie fuera de la empresa, aunque en este último caso parece que sólo se pretende una cabeza de turco.