Por vez primera, la pensión media en España alcanza los 1.000 euros. Lo ha anunciado, en la mañana del miércoles, Tomás Burgos (en la imagen), secretario de Estado de la Seguridad Social. No está mal pero nos dice poco sobre la posibilidad de que pueda mantenerse el pago de pensiones en una sociedad cada vez más envejecida.
Podíamos comparar el salario mínimo (645 euros al mes) con esos 1.000 euros de pensión media. No es que la pensión sea alta en España: es que el SMI es muy bajo.
Paro y pensiones están directamente relacionados. Las altísimas cuotas sociales que pagan las empresas españolas sirven para financiar pensiones y subsidio de desempleo pero, como cada vez hay más parados, la Seguridad Social tiene menos ingresos y, por tanto, entra en déficit permanente para pagar pensiones y subsidios. Es un círculo vicioso que no se puede romper, como pretenden los sindicatos con más impuestos laborales (ayer, tras la reunión en Moncloa con Rajoy, Fernández Toxo, volvió a insistir en ello) sino con menos.
En definitiva, cambiar cuotas por IVA y retrasar la edad de jubilación. Esa es la clave para salir del paro atávico en el que vive España. Pero ni la izquierda, cada vez más demagógica en este punto, lo acepta ni la derecha se atreve.
Eulogio López
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