Un primer aspecto a tener en cuenta es el mismo significado de la palabra género. Es evidente que, en los últimos años, el término sexo ha sido, progresivamente, sustituido por el de género.
Y ello, no sólo en el discurso social, sino también en el científico, el político, el jurídico y el académico. ¿Podemos considerarlos como conceptos sinónimos
Partimos de la base de que la palabra género se utiliza, actualmente, con muy distintos significados, y en contextos muy diferentes.
En un ámbito estrictamente científico, se suele entender que la noción de género es una categoría de análisis social, que permite estudiar los roles que el varón y la mujer han desempeñado a lo largo de la historia. De acuerdo con este significado, mientras que el sexo sería un dato biológico y objetivo, el género remitiría al factor cultural, y cambiante, característico de la persona humana, y consecuencia de su libertad.
En este marco concreto, el recurso a la categoría del género nos permite, entre otras cosas, hacer visible la situación diferencial, y discriminatoria, que, con frecuencia, han padecido las mujeres a lo largo de la historia y aún sufren en la actualidad.
Por ello, se trata, en principio, de una noción útil, y legítima, en la antropología cultural y filosófica, así como en el lenguaje jurídico.
En definitiva, supone un avance científico, al permitir hacer visible una situación anteriormente oculta.
Mez Madrid