La 'biutiblú', la casta empresarial que el Aznarismo (es decir, Rato) llevó al poder económico en 1996, anda un poco rebelde. Los presidentes de esas grandes empresas privatizadas tienen muy claro a quién le deben el puesto, pero también tienen muy claro que no están hipotecados para el futuro. En otras palabras, los César Alierta, Alfonso Cortina, Pablo Isla, Francisco González, etc, repiten mucho últimamente que presiden empresas privatizas, en las que el Gobierno no tiene nada que decir. La verdad es que sí tiene porque muchas de ellas son empresas sometidas a regulación, como las eléctricas, o, en parte, Telefónica. Pero también lo es que, en efecto, los gobiernos no cambian a los presidentes de empresas privadas. En definitiva, todos esperan a Rajoy con cierta prevención, pero muy convencidos de que 2004 no es 1996, y que si Rato creó de la nada una nueva casta empresarial, Rajoy tendrá que conformarse con gobernar.
La comunión en la mano no es más que la vanguardia contra la supresión de la Eucaristía
15/12/24 15:00