"El PP ofrece un modelo económico claro y coherente". Con estas palabras comenzaba el candidato popular, Mariano Rajoy, su discurso ante el Colegio de Economistas reunido en la noche del lunes en el Hotel Villamagna. Ante un especializado público de unas 500 personas, Rajoy lamentó la pérdida de un modelo económico del PSOE en 1988. "Las discrepancias internas de entonces nos llevaron a una de las peores crisis económicas que ha conocido la reciente historia española. Pero la actual existencia de varios portavoces económicos que dicen cosas distintas y hasta contrapuestas nos hacen pensar que el partido socialista sigue sin tener un modelo económico claro".

No acabó ahí su pulla, porque tras la crítica a la falta de entendimiento entre Jordi Sevilla y Miguel Sebastián, Rajoy arremete contra lo que considera como ausencia de modelo de Estado tras la ruptura en 1999 del modelo de financiación autonómica, y la deriva autonomista que llevó al PSOE a pactar con partidos nacionalistas en Baleares, Galicia y, ahora, Cataluña. Por contra, Rajoy considera que el PP sí que está en condiciones de ofrecer "credibilidad, confianza y seguridad jurídica". Unos activos que Rajoy considera suficientes para atraer inversión extranjera.

Y, por si no había quedado suficientemente claro, aseguró estar preparado para afrontar el reto del Gobierno. Afirmó estar rodeado de un buen equipo y contar con experiencia de gobierno. Le faltó decir aquello de "exactamente lo contrario de Zapatero, que ni tiene equipo, ni tiene liderazgo, ni cuenta con experiencia alguna de gobierno".