Sr. Director:
Parece que al PSOE y a este Gobierno no le agrada mucho eso de la libertad de expresión. Quizá prefiera el pensamiento único al estilo de dictadores como Castro y Chávez. Esperemos que al PP no le ocurra lo mismo y atienda a las críticas de los ciudadanos, de la Iglesia y de otros partidos.
Pero olvidémonos del revuelo artificial que se ha formado en torno a la nota deResumiré la frase del Santo Padre: el matrimonio sólo puede ser entre un hombre y una mujer, la vida humana siempre debe ser protegida. Más clarito para los que no quieran verlo: no al aborto y no al matrimonio gay.
D. Demetrio Fernández, Obispo de Tarazona, también nos lo recordó en una reciente carta pastoral con motivo de la fiesta de la familia: "Si para ganar votos ese partido promueve o tolera el divorcio, o la uniones homosexuales, o el aborto, o la píldora del día después, o la manipulación de embriones, ese partido, sea de derechas o de izquierdas, no merece el voto de una familia cristiana".
Pues bien, el pasado 28 de enero, dos días antes de la nota de la Iglesia, el diario El Mundo publicó una entrevista a Mariano Rajoy en la que este se pronuncia sobre la polémica ley del gaymonio: "si yo hiciera alguna modificación, sólo afectaría al nombre y no a los derechos y obligaciones que establece esa ley". Y eso quiere decir que los homosexuales, gracias al PP, podrán adoptar niños a los que se privará de su derecho a ser criados por un padre y una madre.
Continúo leyendo la entrevista. Pero ¡qué ven mis ojos! Nunca pensé que esto fuese posible. Adivinen quién ha sido capaz de afirmar en una misma frase que está a favor de la vida y que está a favor del aborto. ¿Habrá sido Llamazares? ¿Quizá haya sido Zapatero? ¿Lo habrá dicho el doctor Morín? ¿Será una de las salidas de tono de José Blanco? Pues no, lo dijo don Mariano Rajoy. Ese señor que pretende representar a la derecha española o al voto de los católicos. Ese señor gallego tan sonriente y simpático es el autor de semejante disparate.
En un primer momento asegura que no modificará la ley del aborto. Después afirma que "yo estoy de acuerdo en que se pueda interrumpir el embarazo". A continuación argumenta don Mariano: "yo estoy lógicamente a favor de la vida".
A ver señor Rajoy, ¿en qué quedamos? Si mantiene la ley del aborto no está a favor de la vida. Si está de acuerdo en que se pueda interrumpir el embarazo no está a favor de la vida. Aclárese buen hombre. Para estar "lógicamente a favor de la vida" hay que manifestarse lógicamente en contra del aborto. ¿O acaso no es así?
Pienso que los tibios no llegarán nunca a ninguna parte. Además, no son de fiar pues no muestran nunca sus cartas y eso es hacer trampa. Los españoles nos merecemos un gobierno y una oposición que no nos mientan.
"La calidad y exigencia moral de los ciudadanos en el ejercicio de su voto es el mejor medio para mantener el vigor y la autenticidad de las instituciones democráticas". Creo que es necesario estar bien informado y votar siempre en conciencia: no podemos apoyar a alguien que mantendrá los derechos de adopción de los homosexuales y seguirá permitiendo con el aborto la matanza de miles de niños inocentes.
Raúl Sempere Durá
raulsempere@torrelche.com