Más libertad para los anuncios en televisión y menos para la colocación de productos. La Europa de los 27 ratifica definitivamente la nueva directiva de servicios audiovisuales, la Televisión Sin Fronteras. El Consejo de Cultura y de lo Audiovisual mantiene casi sin cambios el consenso alcanzado por los Estados miembros en noviembre de 2006.
La directiva establece que sólo podrán insertarse cortes publicitarios una vez cada 30 minutos durante las emisiones de programas infantiles, películas, telefilmes e informativos. Para el resto, liberalización completa, aunque con un límite máximo de 12 minutos de anuncios por hora.
Está terminantemente prohibida la colocación de productos (product placement), excepto para películas, series y espacios deportivos. Pero cada estado podrá ser más restrictivo. Al principio y al final del programa que utilice esta nueva modalidad publicitaria deberá aparecer una señal especial.
La directiva reconoce el principio de país de origen. Decisión esencial porque supone la piedra base del mercado interior. De esta manera se aplicará las reglas del país en el que está situado el proveedor de los servicios audiovisuales. Están previstos controles para evitar abusos. Los países que tengan contenciosos relativos a la aplicación de este principio en el campo audiovisual podrán solventarlos antes de denunciarse ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Los contenidos en Internet están excluidos. España y Francia defendieron especialmente la medida. Así, sólo se somete a la jurisdicción de Bruselas la televisión tradicional y la televisión bajo demanda, sea cual sea el canal de transmisión. Teléfonos móviles incluidos.
La comisaria de Medios de Comunicación y de Sociedad de la Información, Viviane Reding, afirma que contribuirá a "proteger la libertad, el pluralismo y los intereses de los ciudadanos".
Clemente Ferrer Roselló
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