En Intereconomía, Pedro Castro, alcalde de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, FEMP, explicaba la postura de los ayuntamientos reclamando más dinero para poder hacer frente a los servicios que dependen de ellos: el 30% de los servicios que reciben los ciudadanos los prestan los ayuntamientos y además, los prestamos sin financiación y sin competencias. Y lo que queremos es normalizar esta situación. Queremos ser la solución. Proponen que se distinga qué parte hace la administración central, qué parte hacen las comunidades autónomas y qué parte hace el ayuntamiento y que cada uno coja (dinero) en función del servicio que presta.
Castro subrayaba que los ayuntamientos tienen un agujero presupuestario de unos 7.000 millones de euros: se contemplan servicios que prestamos a empresas, a infancia, a juventud, y mujeres, mayores, hacemos prevención en sanidad, en cultura, en deportes, en educación, y trabajamos en el tema de la vivienda pública o en temas de empleo. Ahora mismo tenemos firmada con la Asociación de Promotores y Constructores de España, el compromiso de poner en el mercado suelo público por un valor equivalente en torno a las 150.000 ó 200.000 viviendas. Si esto lo conseguimos, habremos conseguido que las grandes empresas mantengan su actividad económica y su sector de empleo.
El presidente de la FEMP añadía que con ese agujero presupuestario, muchos ayuntamientos han hecho crack y están incluso vendiendo colegios. Y como solución, Castro apuesta por las ciudades; queremos seguir prestando servicios. No queremos que haya más presión fiscal, sino una mejor distribución social. Queremos que cada uno coja por los servicios que presta. Los ayuntamientos, además, pueden ayudar a salir de esta situación. Pueden ser 8.112 terminales de desarrollo económico. Los ayuntamientos tenemos suelo, podemos crear polígonos industriales.
Elena Valenciano (PSOE): Los medios de comunicación no tienen derecho a establecer una estrategia de desgaste a políticos
En TVE, en la habitual tertulia política de algunos viernes, los eurodiputados han debatido con pasión sobre el juicio al que ha sido sometido Federico Jiménez Losantos acusado por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, de atentar contra su honor. Luis Herrero (PP), uno de los testigos que declaró en la defensa de Losantos, argumentaba: A Alberto Ruiz Gallardón le viene muy bien mantener ese antagonismo activo con Federico Jiménez Losantos, sabe que para su carrera política le viene muy bien ser el hombre que ha sentado en el banquillo a Federico Jiménez Losantos.
Herrero añadía que no se me ocurre ninguna razón por la que un partido político tenga que rendir su soberanía a las presiones de un medio de comunicación. Y no entiendo conceptualmente que desde la política se pueda entender una posición editorial como una especie de presión insufrible. La prensa dice lo que quiere y un partido hace lo que le da la gana. Y son soberanías distintas.
La eurodiputada socialista Elena Valenciano no podía estar menos de acuerdo con Luis Herrero: estamos hablando de candidatos distintos, de posiciones distintas, dentro del PP y de un grupo mediático que ha apostado por una determinada ala del PP. Rajoy, prácticamente se despidió la noche electoral y al día siguiente había una operación montada para decir quién tenía que sucederle. Y hablo que desde ese momento, el periódico El Mundo y la COPE han estado machacando a Rajoy porque su opción dentro del PP es otra. No tienen derecho a establecer una estrategia de desgaste a Mariano Rajoy lo que ha quedado perfectamente demostrado.
Luis Herrero argumentaba: Yo defiendo la capacidad que tiene cada medio de comunicación de decir aquello que entienda que debe decir, le guste a Rajoy o no. Me importa un rábano Mariano Rajoy o cualquier dirigente político si de lo que se trata es de defender la libertad de los medios de comunicación para decir aquello que quieran decir, le guste o le disguste al poder político. Es utilizar la libertad de expresión.
Elena Valenciano le replicaba: es dar entrevistas a aquellos que pueden desgastar más a Rajoy, es preparar portadas los lunes para romper la agenda de Rajoy, es utilizar la potencia, la fuerza que tiene un medio de comunicación para posicionarse en un debate político interno.
Luis Herrero (PP): Entiendo por qué os cuesta tanto practicar la libertad de expresión
Replicaba Luis Herrero: un medio de comunicación utiliza la potencia política que tiene como le da la gana. Hasta ahí podíamos llegar. Y decía con ironía: A partir de ahora, estableceremos un criterio en virtud del cual los comentarios editoriales y las portadas, antes las remitimos a los comités ejecutivos de los partidos para ver si consideran que son parte o no de una estrategia.
Entonces, Elena Valenciano respondía: estoy segura que las portadas han sido vistas por una parte del PP. A eso me refiero. Yo creo que Pedro J. y Federico están de acuerdo con una parte del PP y han diseñado juntos una estrategia. La misma estrategia que diseñaron juntos para desgastar a Zapatero, ha sido diseñada ahora para desgastar a Rajoy. Estoy convencida de eso. Cuando dijimos: hoy Mariano Rajoy entiende lo que es la teoría de la conspiración, estábamos diciendo exactamente eso: los mismos instrumentos, el mismo dinero, los mismos personajes, en vez de para desgastar a Zapatero, hoy para desgastar a Rajoy. Luis Herrero le respondía: Elena, eso que estás diciendo, es una barbaridad. Ahora entiendo por qué os cuesta tanto practicar la libertad de expresión.
Josu Ortuondo (PNV): La libertad de expresión no debe sobrepasar la falta de respeto
Josu Ortuondo (PNV) defendía en el debate de TVE que los medios de comunicación tienen que tener toda la libertad para expresar su opinión. Y si se quieren meter en no sé qué historia interna de un partido político, lo pueden hacer. Lo cual no quita para que los ciudadanos que reflexionan ante las cosas que aparecen en los medios puedan pensar que hay conspiraciones mediáticas, que además, existen. Pero lo que no puede hacer un medio de comunicación ni un periodista es pasar de lo que es información y opinión a rayar el insulto o la falta de respeto por las personas. En el caso de Jiménez Losantos puede haber algo de esto. La libertad de expresión, lo que no debe sobrepasar es la barrera de la falta de respeto. Pero añadía: no hay medio de comunicación que no haga apuestas políticas, eso forma parte de la libertad de expresión.
Gurruchaga: No es un delito pero queda un poco feo
En Onda Cero, los tertulianos comentaban la decisión del Tribunal Supremo de no considerar como delito la conversación de la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, con una abogada a la que recomendó recurrir al TC un caso concreto y a la que le dijo que cuando llegase al TC, le llamase a ella. Carmen Gurruchaga opinaba: no es un delito pero queda un poco feo que la presidenta del TC, que tiene prohibido aconsejar a nadie en cualquier juicio, ha sido una conversación en la que dice: he tardado en llamarte porque no había leído tus papeles, la cosa está complicada, pero si recurres al TC vuelve a llamarme.
Alfredo Urdaci: María Emilia Casas debe dar alguna explicación de por qué comete esa imprudencia
Para Alfredo Urdaci, también en Onda Cero, la actuación de María Emilia Casas es impresentable. Cualquiera que haga un mínimo examen del caso ve que hay un montón de contradicciones. Le dice que ha estudiado el caso y que ha hecho alguna averiguación, le llama después de haberse examinado los papeles, le recomienda un despacho de abogados, le recomienda que presente un recurso de amparo al TC y que le vuelva a llamar. Hay una evidente imprudencia. No debe ser ella quien llame a esta mujer y decirle que he estudiado tu caso, que cuando esto llegue a mi oficina, llámame, porque hay un ofrecimiento de ayudarle de alguna manera. Es un acto de imprudencia impropio de una presidenta del TC. María Emilia Casas debe dar alguna explicación de por qué comete esa imprudencia.
Javier Caraballo: Lo que yo no sé es si es el propio Gobierno el que ha filtrado la conversación de María Emilia Casas
Para Javier Caraballo, en la misma emisora, en el ánimo del Supremo lleva a apreciar que María Emilia Casas actúa de buena fe, que no incurre en el delito de asesoramiento. En cualquier caso, ha demostrado en varias ocasiones que es una mujer pusilánime, que no le corresponde ese carácter, para estar al frente del TC. Esta actuación con la mujer que está ahora encarcelada y aquella otra que aguantaba la bronca de la vicepresidenta del Gobierno, hacen de María Emilia Casas una mujer incapaz de presidir el TC. Lo que yo no sé es si es el propio gobierno el que ha filtrado la conversación de María Emilia Casas con esta señora para dinamitar del todo el TC y que se baraje de nuevo.
Enric Sopena: Rajoy tiene que explicar a la opinión pública por qué pasó de ser el dirigente de una derecha radical a promotor de la moderación
En RNE, el periodista Enric Sopena se refería a Gallardón como el candidato ideal del PP: sería un adversario muy potente para el PSOE. Como algunos dirigentes del PP y algunos locutores de radio están empeñados en presentar a Gallardón como si fuera el nieto de Pablo Iglesias, cada cual se monta la película como quiere y luego pasa lo que pasa. En estos momentos, tendría que recordar Rajoy por qué ninguneó durante 4 años al señor Gallardón y por qué le humilló en aquella escena de tresillo en Génova en enero. Como tiene que explicar por qué sin siquiera haber montado el caballo, ya se cayó camino de Damasco, horas después del 9 de marzo, y pasó de ser el dirigente de una derecha radical a quien ahora es un promotor de la moderación y del centro. Yo me alegro de que haya encontrado el camino recto del cómo se ha de hacer la política sin tantos brindis al radicalismo, pero tiene que explicar cómo ha cambiado de parecer.
Herrera sobre José Tomás: Una figura que ya pasa a ser una piedra angular de la historia del toreo
Carlos Herrera, en Onda Cero, abría sus editoriales de las 7 y las 8 de la mañana refiriéndose a la fiesta nacional, que ayer vivió un día grande en Las Ventas con el torero José Tomás: hoy hay un nombre por encima de los demás, por encima sobrevuela la imagen de un arte, de la tauromaquia, resumida en un nombre José Tomás, y una plaza, Las Ventas del Espíritu Santo, ayer por al tarde, abarrotada y esperanzada sin necesidad de hipnosis colectiva para ver poner en marcha algo tan difícil, fascinante y apasionante como el toreo en estado puro. Ayer lo fue José Tomás. Y ayer lo fue porque no hubo arrebatos suicidas, exageraciones, porque a pesar del viento hubo muletas planchadas, porque ayer se toreó de frente, por kikirikíes, por gaoneras, por verónicas, por manoletinas, porque ayer se realizaron los quites, se vieron dos toros interesantes, ayer hubo pasión, pero sobre todo hubo verdad, la verdad del toreo. ¿Comete errores José Tomás en su estrategia por hacerse una leyenda y por crearse una figura mítica impenetrable, que a lo mejor le cuesta que algunos se sientan desapegados de él?. En un país tan novelero como este, que a eso le acompañe la verdad en el ruedo, es indudable que engrandece una figura que ya pasa a ser una piedra angular de toreo, de la historia del toreo. El tiempo de Tomás se vio ayer en una tarde hecha a su medida, pero en la que no faltó nada, en la que se vieron tandas de 7 naturales, siete, cosa que eso ya hacen muy pocos toreos. La emoción, el grito, la plaza en pie y a partir de ahí, la leyenda.