La carta de Gürber y Gappmaier sobre la PDD (Píldora del Día Después) incluye declaraciones de profesionales del sector de la anticoncepción de urgencia que insisten en que el futuro de estos fármacos pasa por "cubrir toda la ventana de la fertilidad, y eso incluye modificar el endometrio".
Los fabricantes explícitamente buscan productos pre- o post-coitales que afecten al endometrio de la mujer (y así tengan un efecto abortivo sobre el embrión, al impedir su anidación).
La nota se remite a diversos análisis de la Academia Pontifica de la Vida y de cursos de bioética de la Universidad Pontificia Regina Apostolorum (del profesor Joseph Tham) para desmantelar cualquier argumentación basada en un posible "doble efecto" (argumentar, por ejemplo, que "no se toma la píldora buscando activamente dañar al embrión, sino solo buscando un efecto anticonceptivo", no es justificable, porque el mero riesgo de que pueda dañarse a un embrión ya hace moralmente reprobable la práctica).
Las asociaciones médicas lamentan el uso "a nuestro juicio apresurado" de datos científicos mal entendidos por parte de los obispos alemanes para relajar la enseñanza moral e incluso temen que pueda provocar "un cisma interno" a causa del activismo de la "iglesia progresista".
Los firmantes piden que se revise la posición episcopal y que trabajen de forma unida a los médicos católicos para lograr una "aclaración exhaustiva de los hechos de este asunto".
JD Mez Madrid