El ecologismo más tontorrón, por ejemplo el de Televisión Española, sigue haciéndole el juego a las grandes fortunas. El nuevo Código Técnico de Edificación (CTE) obliga a los constructores a colocar paneles solares para desarrollar la muy ecológica energía fotovoltaica. Resultado : se ha desarrollado, de la noche a la mañana, el sector de fabricación de paneles solares, y es de prever que sean grandes empresas las que se hagan con el nuevo oligopolio, dado que el Gobierno obliga a colocar dichos paneles en hospitales, escuelas, instituciones públicas etc, es decir, un negocio controlado por las grandes constructoras.
Pero es que aunque no controlaran dicho negocio, lo que controlan ese puñado de grandes empresas son los nuevos sectores económicos forzados por el Boletín Oficial de Estado. Los paneles solares se parecen demasiado al negocio de las Inspecciones técnicas de Vehículos (ITV) copado hoy por un puñado de grandes empresas, encabezadas por FCC de Esther Koplowitz. Y de lustro en lustro el Gobierno les sigue echando una manita aumentando los controles que todo vehículo particular debe pasar en las ITVs más dinero para el contratista- y aumentando las obligaciones de los automovilistas ITVs más caras-, pero esta creación de monopolios lo hacen por nuestra seguridad o por el medio ambiente, así nadie protesta.
En el fondo, se sigue repitiendo el mismo esquema que el cineasta Luis García Berlanga retratara en La escopeta nacional, en la que un avispado empresario catalán de porteros automáticos financia una cacería para convencer al ministro del ramo, invitado a la misma, a que promulgue una orden ministerial obligando a que cada nuevo edificio cuente con portero automático