Ante el Parlamento Europeo se presentará una Iniciativa Ciudadana Europea en defensa de la vida humana. Según los organizadores se trata de llegar un millón de firmas. Con esta intención se ha exhibido el proyecto "One os uf" ("Uno de nosotros").
Tiene como objetivo exigir a la Unión Europea que no fomente acciones que beneficien la destrucción de embriones humanos, en las esferas de la investigación, la cooperación al desarrollo y la salud pública. Esta escaramuza se basa en la "sentencia Brüstle" del 18 de octubre del año 2011 del Tribunal de Estrasburgo, que refuta las patentes científicas que demanden la destrucción previa de embriones humanos.
"Se trata de un hecho histórico. Es un grito para no resignarnos: el derecho no está en el aborto, sino en la vida", afirmó el eurodiputado Jaime Mayor Oreja. Esta acción está impulsada por asociaciones pro vida de siete países: Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Hungría, Polonia y España. Habrá oficinas funcionando en los 27 países que conforman la Unión Europea.
La Iniciativa Ciudadana Europea se cerrará el día 1 del próximo mes de noviembre. Para incorporarse a ella se puede acceder a la web http://www.oneofus.eu/es/, aunque también se podrán incorporar en los diversos actos de recogida de firmas que se irán efectuando. Mientras Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, asociación que favorece el movimiento "One of us", afirma que "España está a la cabeza de Europa en lo que respecta a iniciativas en apoyo a la vida", y lo ha descrito como un "país modélico", en este tipo de "movimientos ciudadanos".
"Existe vida humana desde el mismo momento de la fecundación", explicaba Gádor Joya, portavoz de Derecho a Vivir. Y criticó que, "en un momento de crisis como el actual," no se deben "destinar fondos públicos, no ya al aborto, sino a experimentos que destruyen la vida humana".
Como indicó la líder de la iniciativa, el objetivo consiste en que la Unión Europea "prohíba iniciativas destinadas a la clonación, la modificación de herencia genética y la indagación con células madre embrionarias".
Por otra parte, el Vaticano promueve el uso de células madre procedentes de adultos. Su lógica se basa en el principio moral de la plena dignidad de "toda vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural".
Asimismo, Benedicto XVI subrayó que no pueden extraerse las células madre de embriones humanos a costa de causarles la muerte, en estos casos "la investigación, al margen de su utilidad terapéutica, no se pone verdaderamente al servicio de la Humanidad, pues implica la supresión de vidas humanas que tienen igual dignidad que las demás personas". Con esta afirmación, el Papa reitera el principio moral de igualdad absoluta, en cuanto a dignidad humana, entre un embrión, un feto, un recién nacido, un adulto o un anciano enfermo terminal.