Sr. Director:

Durante una rueda de prensa, la Comunidad Juan XXIII, notificó el ingreso en el Hospital Mayor de Bolonia, Italia, de una criatura que se resistió al aborto.

A la chiquilla se le diagnosticó la falta de los glóbulos oculares. Los progenitores decidieron el feticidio pero la niña llegó impetuosa y los facultativos se excedieron en protegerla y salvaguardarle la existencia, a pesar del artículo 7 de la Ley 194 y frente a la opinión del Consejo Superior de Sanidad, según el cual debería morir.

Los papás dispusieron no abrigar a su hija superviviente, solicitando que fuera cedida en adopción.

Según la declaración de la «madre» que la aceptó, "la criatura es maravillosa, llena de vida y cambia el corazón de cualquiera que la conozca".

La epopeya de esta chiquilla es inefable: sobreviviente tras el malparto, prorrumpió a la vida pesando únicamente 562 gramos; experimentó una intervención quirúrgica de corazón a los diez amaneceres de su existencia, una hemofilia cerebral, varias inflamaciones, problemas pectorales y de nutrición. Ahora tiene 20 meses y con un peso de ocho kilogramos.

Clemente Ferrer Roselló

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