Seleccionar un embrión sano y compatible para curar a terceros aparece como el único remedio puesto a punto en el anteproyecto de Ley presentado por el Gobierno hace unos días.
Nada más lejos de la realidad. Tal como informaba el pasado mes de Marzo la directora del programa en la Universidad Libre de Bruselas, una de las pocas instituciones donde se intenta seleccionar embriones humanos sanos y compatibles para ayudar a un hermano enfermo : después de cuatro años de trabajo y hasta ese momento, de las quince parejas seleccionadas que habían completado el proceso, sólo habían logrado dos embarazos y había nacido un niño. Se ignoraba todavía si sería o no compatible con su hermano y si serviría para ayudarle.
Por otra parte, el Technology Review de ese mismo mes, comunicaba que pronto se llegarían a tener bancos de sangre de cordón umbilical de 150.000 cordones, lo que se estima suficiente para satisfacer la compatibilidad del 80-90% de la población. Debido a que las células madre de los cordones son muy abundantes y su compatibilidad se tiene ya clasificada, es bastante más fácil el encontrar donantes compatibles antes de hacer un transplante. En el anteproyecto antes mencionado, se defiende por lo tanto una solución que ni es la más fácil, ni es la única. ¿Por qué?
Julio Coll Morales
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