ERC ha dado marcha atrás sobre sus propios pasos. En la mañana del miércoles ha votado en contra de sus propias enmiendas a la Ley de Televisión Digital Terrestre (TDT), despejando el camino para su aprobación en Pleno el próximo 28 de abril. Los republicanos se habían opuesto a la "apertura" de Canal porque entendían que un nuevo canal abierto en castellano perjudicaba la construcción nacional.
Ahora se han autocorregido y han dado marcha atrás a sus propias posiciones, votando en contra de sus mismas enmiendas, cosas veredes. Probablemente, Montilla les haya retorcido el brazo y los republicanos hayan terminado cediendo. Al fin y al cabo, ERC no tiene demasiada alternativa. En Madrid se ha comportado como un socio fiel y poco molesto. En Barcelona no tiene más opción que ir de la mano del PSC porque el escándalo Carmelo impide que los republicanos pacten con los del 3%. Incluso ahora que sus señorías han decidido cerrar en falso la Comisión y no volver a debatir sobre el ya mítico porcentaje.
Por eso no es necesario el pacto estable de legislatura. Al fin y al cabo ERC no puede no ser un socio estable. Y en las cuestiones puntuales, basta el paso del tiempo para que los "esquerros" recapaciten. Así que ya lo saben: Habemus Plus en abierto. Lo que no sabemos es cuales serán sus contenidos o si derivarán parte de los contratos a la plataforma digital.