Conocidos los primeros datos fiables, el triunfo de Abu Mazen en las elecciones palestinas ha sido mucho más modesto de lo que se esperaba.
El sucesor de Arafat ha obtenido un 62,3% de los votos. Considerando con que prácticamente no ha tenido adversarios y que la verdadera alternativa a Abu Mazen eran los grupos filoterroristas de Hamas, hay que concluir que el pueblo palestino no ha creado una democracia, sino un nuevo caudillo. Y encima, no tan popular como Arafat.