Cada día más voces, de forma unánime, claman por todo el territorio español: No soportamos más degradación moral y ética de nuestros hijos, tampoco queremos la ruina y envilecimiento de nuestras familias, ni el menoscabo de la dignidad de la sociedad española.
Todo esto es lo único que ha sabido hacer nuestro ominoso Gobierno; su valía no pasa de pretender y conseguir demoler cuanto decente y honesto poseía el sufrido pueblo; esto es lo único que le ha interesado y en lo que ha puesto todo su empeño. Zapatero sabe perfectamente que no queremos que nuestros hijos sean programados por él y sus acólitos, que se les prive de su inocencia y de la felicidad de ser sanos y honestos; pero también sabe que con una conducta recta y cabal en la sociedad, ellos no tienen nada que hacer.
Su objetivo no es el de hacer algo positivo por España ni por los españoles, ya que esto es algo que les supera porque no tienen la menor idea de cómo hacerlo; su propósito es el de contaminar con sus malvadas ideas a las nuevas generaciones.
Si no colocamos un robusto escudo de protección en la mente de nuestros hijos, lo lamentaremos más pronto que tarde; ya estamos percibiendo las consecuencias de nuestra inacción, debida unas veces a la pereza y otras a no advertir su malévola intención por la confianza errónea en sus palabras y su demagogia.
Pablo Delgado