Sr. Director:
No salgo de mi asombro. He leído el documento de los obispos analizando la crisis de la familia. En el mismo la Iglesia levanta la voz para decir cosas que una inmensa mayoría de los ciudadanos, aun sin ser católicos, pensamos: Se debe separar el sexo del amor; luchar contra el egoísmo; decir que la recta razón, el derecho natural, impide equiparar la familia formada por un padre y una madre a la de dos padres o dos madres; la urgencia de ayudar a quienes luchan denodadamente por sacar adelante a sus familias...
Pues bien, ojeo la prensa y leo: "Llamazares dice que la Conferencia Episcopal exculpa a los maltratadores"; "La presidenta de la Federación de mujeres maltratadas afirma que la doctrina católica coloca a la mujer como víctima en lugar de igual".Y a estas reacciones le siguen otras de Zapatero mostrando su desacuerdo con los obispos.
Y me pregunto: ¿Pero han leído el documento episcopal? ¿Cómo se puede reaccionar de una manera tan burda, si del texto todo lo que se lee es bueno, pertinente y acertado? Y sólo encuentro una explicación: el odio ancestral de una parte de la izquierda a todo lo que sea católico, Iglesia, Dios. Allá ellos. Las personas de buena voluntad sabremos emitir nuestra opinión el 14 de marzo.
Guillermo Santos
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