La entrevista de El Correo con el nuevo presidente de la BBK, Mario Fernández, no tiene desperdicio. El que fuera vicelehendakari con el PNV lanza varios mensajes de enjundia:
1. No realizará ahora la fusión de las cajas de ahorros vascas, aunque mantendrá a Sánchez Asiaín como primer ejecutivo, es decir la condición impuesta por el PSOE.
2. No se marchará de Iberdrola, pero le recuerda a Galán que es una empresa de origen vasco. Una forma de quejarse de su salida parcial de Gamesa, de colocar la sede de Iberdrola Renovables en Valencia o de vender el 25% de la regasificadora de BBG.
Es la advertencia más seria porque lo que le está diciendo Fernández a Galán es que si no le satisface, mantendrá la doctrina de su predecesor Xavier de Irala: Florentino Pérez, mejor, ACS, es el principal accionista de Iberdrola y tiene derecho a estar en el Consejo.
En efecto, Pérez es el primer accionista. Dicho de otra forma, Iberdrola seguirá atendiendo al País Vasco o la BBK propondrá a Florentino para el Consejo de Iberdrola.
3. BBK es del PNV, no del PSOE. Por eso, Fernández se ha preocupado de hacerla aún más nacionalista, con el nombramiento de Joseba Aurrekoetxea, miembro de la Ejecutiva del PNV, como nuevo representante de la BBK en Enagás.
