"ETA es una herencia del franquismo"

 

El molt endeudable president de Catalunya, Pascual Maragall, acudió en la mañana del jueves 5 a los cursos de verano de San Lorenzo de El Escorial, en Madrid. Aprovechó para reiterar su discurso de los últimos tiempos, pero mostró una sorprendente cercanía con la "causa vasca". Incluyó a País Vasco y Navarra como portadores netos de los fondos del Estado y defendió la creación de una eurorregión vasca. "La habrá, sin duda", sentenció.

 

Nada nuevo bajo el sol maragaliano. Defendió la solidaridad interterritorial, "pero con límites". Maragall considera que algunas comunidades que ya han llegado a un nivel adecuado deberían dejar de recibir fondos estatales. Además, destacó que Madrid tiene déficit fiscal por el "efecto sede", e incluye a País Vasco y Navarra entre las comunidades autónomas que aportan al Estado más de lo que reciben. Se le olvidó que Baleares es uno de los grandes contribuidores neto de los fondos estatales.

 

Además, afirma que "España es diversa, pero Cataluña obstinada". ¿De verdad? Sobre la reforma de la Constitución se mostró esperanzado aunque reiteró su voluntad no sólo de que se nombre a Cataluña, sino que aparezca con un nombre "correcto y claro". Sobre la participación catalana en la Unión Europea, Maragall apostó por una presencia similar a la existente en otros países. "En la medida que las CCAA son Estado -y yo así lo creo- deben de desempeñar un papel principal y no secundario", insistió.

 

"España es plural, pero Cataluña será libre", señaló en su particular juego de palabras. Un juego que se le quebró en el turno de preguntas cuando alguien le recordó que Cataluña fue un condado de la Corona de Aragón. Maragall salió por peteneras al igual que lo hiciera Ibarretxe en la jornada del miércoles 4 cuando le preguntaron si estaría dispuesto a renunciar a algo de su Plan. Largas y circunloquios. ¿Puede usted definir, señor Ibarretxe, qué entiende por nación? El lehendakari no sabe o no contesta.

 

Lo más sorprendente del discurso de Maragall fue su hermanamiento con la causa vasca. Lejos de criticar los "privilegios" vascos y navarros, como hace el conseller de Economía, Antoni Castells, Maragall habla de la CAV y de Navarra como deficitarias fiscalmente. Considera a ETA como una "herencia del franquismo". Y no sólo eso, sino que da por segura la eurorregión vasca, ahora que Baleares ha sellado la paz con Cataluña para la defensa conjunta de la eurorregión de Maragall. Quizás, por eso, ha defendido la "alpinización" de los Pirineos, un proyecto ambicioso de infraestructuras que agilice el comercio y descargue las actuales carreteras aragonesas.

 

Da la impresión de que el "president" trata de resucitar el espíritu del Pacto de Barcelona que firmaran los integrantes de la coalición Galeusca, que concurrió a las últimas elecciones europeas del 13 de junio. Un pacto de todos los nacionalistas (catalanes, vascos y gallegos) para desmontar el actual Estado y avanzar hacia un federalismo asimétrico. No en vano, Maragall se ha encargado de recordar cuáles eran las comunidades históricas reconocidas en la Constitución, aunque ha defendido un tímido de café con leche para todos. Pero para algunos más leche que para otros...