Sr. Director:

No todos los países del mundo reaccionan de la misma manera ante la intención de las multinacionales de abandonar una región por motivos de costes laborales o de inseguridad jurídica y política. En el caso de los 25 países de la Unión, las empresas multinacionales tienen previsto trasladar sus fábricas a los países del Este de Europa, recién incorporados a la Unión Europea. ¿Es este un fatalismo que se puede evitar? Hace unos meses políticos y sindicalistas españoles de la talla intelectual de Carod-Rovira lanzaron grandes insultos y amenazas a las multinacionales que piensan abandonar Cataluña, para trasladarse a países como Eslovaquia. Así las empresas se dan más prisas en marcharse.

La actitud inteligente es la de los alemanes, que tienen muchas virtudes de las que podemos aprender. Leo en la prensa que el culto pueblo alemán aborda una reforma radical del mercado laboral para evitar la huida de empresas al Este. Los expertos calculan que la renuncia a una semana de vacaciones, propuesta por la patronal, se traduciría en un aumento anual del PIB de tres o cuatro décimas.

En España los politizados sindicatos y los partidos políticos anteponen los intereses del partido y del sindicato a los interese generales. En España se crea la mitad del empleo de la Unión Europea, pero hay que ir pensando en hacer que ese empleo se mantenga, pero no con amenazas, ni duras imposiciones legales, ni las demagogias a la que nos tienen acostumbrados cierta "progresía". Hagamos lo que los alemanes: pensar sin prejuicios. Y crear empleos estables y duraderos, y prestigiar a los hacedores de riqueza. Es necesaria usar la creatividad para mantener el empleo que ya existe, además de facilitar la creación de nuevas empresas, que generan empleo y riqueza.

Marcos Gutiérrez Sanjuán

marcosgu@terra.es