La exclusiva corresponde al diario Cinco Días: Los nuevos fondos inmobiliarios (los REIT) no tributarán. Bueno, no tributará el inversor, pero si la sociedad: no un 30, sino un 18%.
Dicho de otra forma, los famosos REIT, sociedades pensadas para fomentar la construcción de viviendas en alquiler, donde los constructores ponen a disposición del público arrendamientos a precios asequibles a cambio de no pagar impuesto de sociedades a Hacienda, se le ha dado la vuelta al calcetín. En lugar de un producto inmobiliario, ahora estamos ante un producto financiero, que no beneficiará a las promotoras y constructoras sino a los bancos. Un 18% de impuestos a pagar le quita atractivo, pero se lo pone al inversor en REIT, y seguramente los bancos se apresurarán a crear un montón de sociedades para sus clientes inversores, que no tributarán. Además, podrán unirlo a los muchos pisos que las entidades se han tenido que tragar como consecuencia de la mora hipotecaria.
Es lo que ocurre cuando Hacienda, no Vivienda, es quien redacta las normas: fiscalmente, el asunto es muy atractivo para el inversor, pero, al aplicar una fiscalidad justo al revés que la habitual en los REIT europeos y americanos, su influencia sobre la construcción de viviendas en alquiler será mínima.
Pero lo más grave, donde más se subvierte el espíritu de las REIT es el ámbito de las viviendas sociales o protegidas. En otras palabras, lo importante de los REIT es el intercambio entre el Estado y los constructores de pisos para alquiler: yo construyo viviendas baratas, de precio tasado, a cambio de que tú me permitas no pagarle un duro de beneficios a Hacienda. Canje que también puede aplicarse a la vivienda en propiedad. Cuanto mayor sea la exención fiscal, más porcentaje de las viviendas construidas deberían ser viviendas sociales.
Pues bien, el borrador ni menciona las viviendas sociales. Ahora serán los bancos los que hagan negocio, así como el inversor financiero, pero nadie más se beneficiará de ello. Al menos, si no se modifica el borrador.
Y es que el Gobierno Zapatero siempre piensa en los pobres.