Sr. Director: 

 

Escribo a los gobernantes, o, al menos, a los que aspiran a ello. Es muy grande ser un buen político, teniendo en cuenta la responsabilidad y servicio hacia el ciudadano que ello conlleva. 
Un político siempre debe velar por el bien de la sociedad, y debe proteger a todos de cualquier forma de vida que la perjudicaría.  
Todo lo que no tenga un compromiso fuerte en las uniones entre hombre y mujer, sea civil o sacramental, perjudica a la sociedad, que se ha fundamentado siempre en la familia. ¡Es un deber proteger la estabilidad familiar! Nadie tiene derecho a dañar esta célula básica social. No ganarán más votos por ello, si eso es sólo lo que les importa.
No tendrán la conciencia tranquila, digo yo, al ver niños que no viven con sus padres juntos, porque ustedes legalicen esas situaciones. ¡Hay que proteger a la familia! ¿Es que no se dan cuenta?
Marta González 

MARTAGLEZSALVA@hotmail.com