Como aragonés me siento muy satisfecho de tener como pastores a obispos que, en un tema tan vital, enseñan, como corresponde a su responsabilidad, de forma clara y ortodoxa, la posición católica sobre el crimen del aborto y las leyes que lo impulsan.
Otros caminos más tortuosos retuercen argumentos y enseñanzas sobre el tema quedándose en denuncias parciales, buscando salvar a grupos políticos de su responsabilidad en cientos de miles de abortos quirúrgicos y millones de abortos químicos.
Los obispos aragoneses denuncian claramente el aborto. Todo aborto voluntario y protegido por la legislación de este Sistema: El de la ley Aido. Y el de la ley del 85, que se aplicó bajo los sucesivos gobiernos centrales, y gestionado por los gobiernos autonómicos, tanto del partido progre de izquierdas como del partido progre de derechas, generando millones de niños asesinados por aborto quirúrgico, aborto químico por pildoras o por experimentación y fecundaciones "in vitro".
Me place transcribir su pastoral.
Manuel Morillo