Podríamos decir que, "por su propia naturaleza", los nacionalismos no pintan nada en Europa. En cualquier caso, así es: no pintan absolutamente nada. Los partidos nacionalistas no llegan, ni de lejos, al 10% de los escaños. Para los españoles, cuya vida política siempre está pendiente de la deriva nacionalista, esto puede resultar extraño. Sin embargo, los datos son tercos.
El grupo Unión por