En cabezón los deseos de Chávez de crear una gran caja andaluza con la fusión de las seis existentes. No pudo ser, porque naturalmente, la condición primera es que el presidente de Unicaja conserve el mismo cargo en la fusionada, y había otros candidatos.
Ahora lo vuelve a intentar con Caja Jaén, mientras le ofrece el anzuelo a Griñán: si quieres, me como a la caja de los curas, Cajasur y así te los quito de en medio. A él le da igual que le da lo mismo, porque lo que verdaderamente desea es fusionarse aunque sea con la rural de Alpedrete. De esa forma, nace una nueva entidad y don Braulio se queda de presidente, porque los vencimientos de la anterior ya no sirven.
Medel es un pícaro, y reconozco que me cae hasta simpático, pero alguien debería darse cuenta que el absurdo FROB; fondo de salvamento bancario, no está propiciando un sistema financiero más sano, sino un sistema donde medren los listillos, los arrebatacapas y aquellos que desean perpetuarse en el poder económico... a cambio de obedecer, claro que sí, las directrices gubernamentales, transmitidas a través del Banco de España.
Un detalle, cuando le propusieron a Medel que se hiciera cargo de la intervenida Caja de Castilla-La Mancha y le ofrecieron 1.000 millones para reflotarlo, él pidió primero 4.000, luego 9.000 que, por el momento es el máximo legal aceptado. Considerando que los inspectores del Banco de España trasladados a la zona creen que pueden solucionar el entuerto con 1.000 millones de euros de dinero público, la petición de Medel se comenta por sí sola.
En un banco no debe entrar dinero público. El Estado debe ceñirse a asegurar los ahorros del depositante, que no del inversor. Por lo demás, si un banco entra en quiebra hay que dejarlo quebrar y, si alguien quiere. El resto no es más que propiciar la picaresca.
Los ministros pasan, los presidentes del Gobierno también... pero Medel permanece.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com