Censuran al PSOE y al PP por cuestiones morales y piden más compromiso político de los católicos.
El número 3788, Civiltá Cattolica, editada por la Compañía de Jesús hace un análisis de las últimas elecciones generales celebradas en España. El artículo, firmado por el P. Francesco Occhetta SJ censura tanto al PP como al PSOE por cuestiones morales. Critica que el PSOE haya matrimonializado las uniones homosexuales, pero también critica que Rajoy sólo se haya comprometido a quitar la palabra matrimonio.
Censura que el PSOE amenace con ampliar la actual legislación del aborto, pero también censura que el PP no haya hecho nada por evitar abortos en las CCAA en las que gobierna. Critica que el PSOE se haya lanzado a los proyectos de investigación embrionaria, pero también critica que el PP abriera la puerta en la ley de 2003.
En resumen, estopa a izquierda y derecha. Así que termina concluyendo que es necesario un mayor compromiso de los católicos españoles en política. Hasta aquí, todo correcto.
Lo que no se explica es que tras este análisis lúcido de los jesuitas, se permita deslazar una sugerente apuesta por Gallardón, un hombre que ha modernizado la ciudad de Madrid. ¿Es que la supuesta modernización es más importante que las cuestiones morales en las que se centra el artículo? Añade que Gallardón representa a un sector moderado del centro derecha español. ¿Desconoce el P. Occhetta, SJ que Gallardón fue el primero en casar homosexuales? ¿Desconoce el autor del artículo que el regidor madrileño ha sido quien ha impulsado la PDD entre las adolescentes y sin el debido control de sus padres? ¿Acaso no conoce que fue Gallardón quien financió un encuentro de tríos sexuales?
Probablemente la revista de los jesuitas valora que Gallardón ha sido formado por la Compañía (¡Jesús, qué compañía!) y que ha escogido el colegio del Recuerdo (jesuitas) para que se formen sus hijos. Y eso está muy bien, pero no es suficiente.
Desde mi condición de antiguo alumno agradezco la paciencia y sabiduría de quienes se empeñaron en mi educación y formación cristiana y socialmente comprometida. Forman parte de mi ADN. Pero soy consciente de que la semilla que los jesuitas plantaron en mi alma no ha germinado de igual manera en muchos de mis compañeros. No imprime carácter, no garantiza nada. Por eso no comprendo por qué el análisis de la compañía resulta tan poco riguroso.
Pero entiendo todavía menos que la secretaría de Estado vaticana haya dado el visto bueno al texto. La revista es revisada sistemáticamente por la Santa Sede. ¿Cómo es posible que los filtros vaticanos no detecten un error de semejante bulto? En todo caso, la conclusión sigue siendo válida: hace falta un compromiso mayor y más intenso de los católicos en política. Una llamada a que los hombres gestores del cambio que pretendía formar el P. Arrupe se comprometan también en la res publica para la Mayor Gloria de Dios (AMDG). Dios lo quiera.
Luis Losada Pescador
losadapescador@telefonica.net