Sr. Director:
En el pueblo malagueño de Coín, dos ceramistas, activistas del homosexualismo, quieren exponer en el convento del pueblo sus trabajos artesanos sobre los "distintos tipos de familia". En sus obras aparecen dibujos de hombres besándose y desnudos en distintas poses eróticas.
El cura del pueblo, obviamente, se ha negado a ello por ser un lugar sagrado e impropio.
Se aprovecha una vez más la coyuntura para sacar uñas y dientes contra la Iglesia Católica por parte de los habituales poderes mediáticos.
Me pregunto: ¿Porqué ese interés en exponer esas obras en un recinto religioso cristiano y no musulmán, o en una galería de arte, cuando viene la artificial polémica por parte de quiénes aborrecen hasta el paroxismo los valores católicos?
La propaganda gratuita está servida, los ceramistas elevarán su precio de cotización, se harán más famosos, y el ataque despiadado hacia la Iglesia, que carga con todo sin defenderse, puesto en bandeja.
Juan Garmendia Cañizares
garmendiacaizares@yahoo.es
NdR: Pueden leer la noticia, tratada sin pasión ninguna en el prestigiosísimo Nación Gay.