Con tan sólo cuatro personajes, este primer largometraje de Vigalondo narra la historia de un hombre que viaja al pasado por accidente e intenta descubrir a un asesino enmascarado. Un individuo gris que se verá inmerso en unos acontecimientos delirantes que descubre desde su propio jardín.
Aunque Nacho Vigalondo define su película como un thriller psicológico realmente estamos ante una película que bebe en las fuentes del videojuego (por sus personajes esquemáticos y sus posibilidades de repetición) así como del género de la ciencia ficción. Porque realmente es en este mencionado género donde encontramos títulos que han abordado (con mayor o menor fortuna) los viajes en el tiempo: recuerden películas como Terminator, La máquina del tiempo, Regreso al futuro o, si prefieren algo más simpático: Atrapado en el tiempo, esa genial comedia romántica en la que Bill Murray, en la piel de un presentador televisivo, retransmitía todos los días (para su pesar): "La fiesta de la marmota".
Pero volviendo a la película española, Los Cronocrímenes tiene un guión meritorio y una propuesta ambiciosa (como lo es siempre intentar plasmar lo que supondría modificar el pasado), todo ello puesto en escena con dignidad a pesar de un modesto presupuesto. Eso sí, el relato (que encantará a unos y será aborrecido por otros) hubiera funcionado igual si se hubieran evitado ciertos detalles escabrosos.
El guión de Los Cronocrímenes ha sido adquirido en EEUU por la productora de Tom Cruise, ha tenido una gran acogida en Festivales Internacionales de cine de Ciencia-Ficción y actualmente está triunfando y publicitándose en la red a través de un videojuego del mismo nombre.
Para: Jóvenes que les gusten los videojuegos