El ministro de Fomento, José Blanco, lleva semanas atacando los altos sueldos de los controladores aéreos. Este martes ha vuelto a reiterar que no es posible un modelo competitivo con unos sueldos que triplican a los de Gran Bretaña. De media son 334.000 euros anuales, una media mensual de 23.800 euros (en 14 pagas). Pero hay 713 que cobran entre 360.000 y 540.000, 135 que cobran más de 600.000 y 28 que cobran más de 700.000. No hay eficiencia que se resista; no podemos pagar las horas extras a precios de oro.
Hasta aquí, de acuerdo. Lo que no dice el ministro es el origen de esos sueldos. No lo quiero decir aunque desde el PP me lo están pidiendo. No lo dice, porque el origen de esos sueldos es un convenio firmado por su antecesora, Magdalena Álvarez. Y Blanco prefiere no hacer sangre hacia atrás.
