La intervención de estas entidades se produjo tras el informe de la inspectora Mª Teresa Yábar

 

Este fin de semana se han celebrado sendas manifestaciones en denuncia de la intervención de Afinsa y Forum. El grupo de afectados se divide básicamente en dos. Unos, formado por las asociaciones de consumidores que han recibido fondos del Gobierno y que sostienen que las sociedades filatélicas eran una chorizada y que ellos son víctimas de una estafa. Reclaman su dinero, que es en lo único en lo que coinciden.

Otros, en cambio, sostienen que las sociedades estaban estupendamente gestionadas, no habían generada ni una queja en 30 años de existencia, pero fueron intervenidas porque se habían convertido en una amenaza del sistema financiero. En el caso de Afinsa, además, acaban de firmar un contrato para la comercialización no sólo de sellos, sino también oro, monedas, etc.

Sea como sea, conviene recordar una exclusiva que ofrecimos a nuestros lectores: las salas de lo contencioso-administrativo ya han dictaminado que las sociedades filatélicas tenían carácter mercantil y no financiero. El tema es clave porque la intervención se basa en un informe de la inspectora Mª Teresa Yábar en el que se sostiene que las sociedades tienen carácter financiero y que aplicando esos criterios, ambas están quebradas. Un argumento peculiar. En primer lugar porque los propios responsables de las compañías ya habían manifestado en varias ocasiones su disponibilidad a cambiar su carácter. Eso sí con todas las consecuencias: no gravamen del IVA. Pero es que además, si de verdad se hubiera resuelto que eran entidades financieras, que se hubiera rehecho la contabilidad hacia atrás dotándose las oportunas provisiones y minorándose convenientemente las bases imponibles. Pero es que además, en reiteradas ocasiones tanto el Banco de España como la CNMV señalaron no querer saber nada de este tipo de entidades.

Demasiadas irregularidades que la Justicia está empezando a resolver. Con cuentagotas, pero resuelve.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com