Sr. Director:

La persecución a la Iglesia desde el mismo Gobierno es tan clamorosa, que va despertando a muchos católicos del letargo de la época anterior.

Me acuerdo de las palabras del monje benedictino  Clemente Serna pronunciadas en una charla en Valladolid: "la persecución siempre ha hecho bien a la Iglesia; en cambio el bienestar, la comodidad, el sentirse arropada, siempre ha terminado siendo negativo".

Una cosa molesta muchísimo a los católicos: la acogida calurosa con toda suerte de ayudas, a los islamistas frente al rechazo de todo lo católico. A ver si resulta que esto también es fruto de  la idea que ZP trasmitió a Gabilondo cuando creía que nadie  le escuchaba: 'A mí me interesa la tensión y voy a empezar a dramatizar'.

No creo que sea  signo de inteligencia.  Si se busca la prosperidad de la nación hay que buscar la concordia entre todos y con la Iglesia, habida cuenta de que con mayor o menor implicación o compromiso, la mayoría de los ciudadanos españoles somos católicos.

A la larga, estas cosas generan desconfianza en los poderes políticos y merma en la estima y el prestigio de la democracia. ¿Es esto lo que busca ZP?

María Fernández

fervimar@gmail.com