La fusión podría deteriorar de manera definitiva la competencia reforzando "sensiblemente" la posición dominante de Gas de Portugal (GdP) y Electricidad de Portugal (EdP). Esto es lo que estiman las autoridades comunitarias de Competencia sobre el proyecto de compra de GdP por parte de EdP y la italiana ENI.

 

El mercado eléctrico portugués está recientemente liberalizado, aunque con una limitación del 50% del total de consumo del país. Además, el Gobierno se ha comprometido en un calendario de privatización de EdP. En cuanto al gas, el mercado está en un régimen de monopolio y la apertura a la competencia será "progresiva". Está previsto que "en breve" las compañías eléctricas puedan también suministrar gas y viceversa. Por eso, el estudio preliminar de la Comisión considera que EdP podría estar tratando de eliminar la competencia.