Sr. Director:
No se ha dicho la verdad sobre los cultos sincretistas de Enrique de Castro en Vallecas. Los medios de comunicación anticristianos han manipulado el caso para crear la ficción de que se oponía un puro defensor de pobres frente a la intransigencia de una jerarquía. Los medios cristianos católicos tan sólo han señalado que, aunque apoyan toda ayuda a los pobres, ésta no da el privilegio de corromper la liturgia o culto de la Santa Misa.
Pero es mucho más que un problema litúrgico. Aunque una persona haya sido bautizada y ordenada, deja de ser cristiana si al menos no acepta de la Biblia y la Iglesia la Santísima Trinidad y la Encarnación de Dios en Jesucristo. Pues bien, Enrique de Castro ya publicó en su libro "Dios es ateo" una serie de inequívocas negaciones de la divinidad de Jesús y de la real presencia de Cristo en la Eucaristía. Por ejemplo: "Es hora de que los cristianos reivindiquemos que Jesús no es dios". No es admisible como cristiano ni entre los católicos ni entre los ortodoxos ni entre los protestantes de cualquier corriente. Tal vez entre los antiguos arrianos o nestorianos. Y desde luego tiene poco de auténtico rebelde, pues en sus tesis sociales se reconoce mucho de lo que dicta el poder político actual. Lo que hace, es no jugar limpio: si no concuerda en nada con la comunidad cristiana que le ha confiado unas responsabilidades, que no engañe a nadie, que se salga del todo y funde su religión. Le deseo lo mejor en su propio credo. En la ayuda a pobres podrá contar conmigo. Pero que no manipule la realidad de Jesús por la que han dado la vida tantos millones de cristianos. Y los obispos de Madrid que espabilen, porque su responsabilidad es evitar estos fraudes mucho antes.
Pablo López López
pablosamba@hotmail.com