Hay alcaldes zafios que al plan E lo rebautizan en la cartelería como plan Zapatero. Una cosa es que sea un regalo de los Reyes Magos anticipado como decía el presidente de la FEMP; Pedro Castro. O que los socialistas lo llamen internamente plan Zapatero. Pero de ahí al cartel, hay un trecho.
La fórmula elegante es la cartita enviada por el alcalde explicándoles a sus ciudadanos en qué consiste las obras. Es el caso del alcalde de Villalba, José Pablo González-Durán. En una carta remitida a los ciudadanos explica que el conjunto de inversión del plan E en el municipio supera los 9 millones de euros. La campaña está tan bien pensada que la carta está personalizada por barrios explicando a los vecinos las obras más cercanas a su domicilio, siempre con la letanía de conociendo las necesidades de los vecinos.
Mucho más elegante que el cartel de Plan Zapatero. Pero igual de demagógico. En primer lugar, ¿quién paga la carta?, ¿el ayuntamiento, en situación de quiebra técnica, que no paga a los contratista ni para atrás? ¿O es el plan E que trata de dar trabajo a las imprentas? Segundo: ¿Ha hecho el ayuntamiento una encuesta para conocer las necesidades de sus vecinos? Porque a lo mejor los vecinos lo que necesitan son menos conciertos y cartas a cambio de menos IBI y más pago puntual, por ejemplo.