Tal y como informábamos en nuestra edición del miércoles 18, el Consejo Nacional Electoral (CNE) acordó la revisión al azar de 150 mesas del referéndum revocatorio celebrado el pasado domingo 15 en Venezuela. La decisión cuenta con el apoyo de
El vicepresidente José Vicente Rangel insiste en que el proceso ha sido limpio y pide a la oposición que acepte el resultado del referéndum. La representante de la campaña oficialista, Mari Pili Hernández, acusa a la oposición de no haber querido presentar una denuncia formal. "Han acudido al periplo a través de las televisiones privadas que les brindan sus espacios de manera irresponsable", señala. No como el "responsable" presidente Chávez que "encadena" a todos los medios públicos y privados para transmitir al pueblo la verdad, añadimos nosotros. "La oposición no quiere verificación para no quedar en ridículo", concluye Mari Pili.
Pero la oposición cree que la auditoría no permitirá alumbrar la verdad de un eventual pucherazo. La ex primera dama del Estado Aragua, Margarita de Tablante, denuncia "situaciones bastante inexplicables" detectadas en el 25% de las mesas de votación. Según Tablante, se estarían repitiendo las mismas irregularidades que las denunciadas por el gobernador del Estado Bolívar, Antonio Rojas Suárez. La denuncia consistiría en la existencia de un tope tecnológico para el registro automatizado de los "síes".
Sea verdad o mentira, la realidad es que la sombra de la sospecha planea sobre la ciudadanía. En una encuesta electrónica realizada por el diario El Universal, el 49% se muestra partidario de un conteo de la totalidad de las papeletas para conocer la realidad del resultado. Tan sólo un 9% considera innecesario ningún tipo de auditoría y un 6% cree que la revisión de 150 mesas acordada por el Consejo es suficiente para conocer la verdad. El 7% apuesta por la revisión de las máquinas y el 28% por la revisión de las máquinas en paralelo a la auditoría de una muestra de las papeletas.