La oposición de la Coordinadora Democrática insiste en el "gigantesco fraude" del referéndum revocatorio venezolano y anuncian la presentación de "pruebas irrefutables". El vicepresidente, José Vicente Rangel, considera desproporcionada e irracional la reacción de la oposición, tras conocer la victoria de Chávez.

 

La insistencia de la oposición por la existencia de fraude en el recuento ha provocado la exigencia de Estados Unidos de una auditoría, que ponga fin a las dudas existentes. "Pedimos al Consejo Nacional Electoral que permita una auditoría transparente", señalaba el portavoz de la Casa Blanca, Adam Ereli. Además, Ereli pide a los observadores internacionales que "ayuden a realizar una auditoria transparente que solucione esas preocupaciones que quedan".

 

Y las "preocupaciones" las apunta el analista político Juan José Rendón, quien afirma la existencia de "extrañas coincidencias" en las actas de votación del Estado de Bolívar. "En distintos cuadernos aparecieron los mismos números y eso es muy difícil que ocurra", señala. "Desde el punto de vista de probabilidad, es imposible que haya tres cuadernos en una mesa con el mismo número de votos. Si tiras cinco veces una moneda es posible que caiga cinco veces de canto", sentencia. Rendón cree que las máquinas podrían estar programadas para tener un tope en la votación del sí. El resultado del "sí" siempre es el mismo, mientras que el del "no" resulta variable.

"Cuando hay dos o tres coincidencias sugiere que la máquina estaba previamente programada a nivel de software para dar un resultado indiferentemente de lo que la gente votara", señala el analista. Rendón advierte que este fraude no se detecta con la revisión de una muestra aleatoria, que ha sido la propuesta de la Junta Nacional Electoral. Hoy mismo comenzará la revisión de 150 mesas elegidas al azar, pero la sombra de la sospecha seguirá planeando sobre la legitimidad del proceso.

Lo curioso es que el presidente de la patronal venezolana Fedecámaras, Albis Muñoz, haya aceptado el resultado. Afirma que espera que genere confianza y seguridad jurídica en Venezuela que facilite el despegue económico. O sea, lo mismo que afirmaba el martes 17 su antecesor en el cargo, Carlos Fernández, desde Miami: "Resulta inaceptable que se desconozca la voluntad del pueblo venezolano".