España no es grande cuando vence sino cuando es derrotada y se recupera. Esa es la historia de la Roja en el Mundial de Brasil, que no es buena. Por cierto, tiene su gracia que cuando la Selección triunfaba se hablaba 'la Roja', cuando ha hecho el ridículo es 'España' la que pierde. Pero no deja de ser uno de nuestros fantasmas progres.

La Selección española, campeona del mundo, ha perdido frente a Holanda y frente a Chile porque les faltó esperanza. Fue incapaz de reaccionar ante una situación adversa, cuando los holandeses empataron o cuando los chilenos marcaron el primer gol. Los futbolistas bajaron la cabeza y se refugiaron en la autocompasión. ¿Por qué me pasa esto Es incapaz de reaccionar, ante las dificultades, se quedan inmovilizados y postrados. Falta de humildad y falta de esperanza y mucha, mucha autocompasión bobalicona. No me fastidia tanto que perdieran sino cómo perdieron.

Eso no es falta de fe, es falta de esperanza, que lo uno viene de lo otro pero no es lo mismo. Y es, exactamente, lo que le ocurre al conjunto de los españoles.

Y ojo, ni la esperanza es lo último que se pierde -bien puede ser lo primero-  ni la esperanza es confianza en sí mismo. Eso sólo es arrogancia y autosuficiencia. Esperanza es confiar en otro y ponerse al servicio del otro… o de los otros.

Es de lo que ha pecado la Selección española y es lo que le ha fallado a Vicente del Bosque (en la imagen) y a sus futbolistas. Y lo que le fala al país.

Eulogio López

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