- Carles Penas y Jordi Cervera asumirán la Dirección Comercial y la Dirección de Recursos Humanos, respectivamente.
- La entidad amplía hasta diez miembros su comité de dirección, aunque está pendiente del visto bueno a la compra por Bruselas.
- Recuerden que Francisco González se negó a que José Carlos Pla se hiciese con las riendas de CX nacionalizada.
- Tuvo que ser el Banco de España el que obligó al presidente de BBVA a ceder con Pla y no le quitara la pensión.
- FG ya se había negado para que se pusiera al frente de Cajasur.
Francisco González, presidente de BBVA, es muy suyo, y sigue siéndolo después de haber adquirido CatalunyaCaixa. No suele poner pegas para que su gente se vaya, pero sí en los términos con una pensión pactada… por eso, porque le gusta que su sombra no se esfume. Es decir, los mantiene atados, si quieren cobrar la jubilación acordada con el banco, para que no se vayan a otra entidad. Es el caso de José Carlos Pla (en la imagen), un hombre del BBVA de toda la vida que se acerca a los 65 años. Y la pregunta del millón es si FG cuenta con él o no en la reestructuración que se acerca a la entidad. Los pasos dados hasta ahora no lo presagian.
CatalunyaCaixa ha ampliado en dos, hasta diez, su comité de dirección, y ha fichado a dos cargos de BBVA, a Carles Penas y a Jordi Cervera, que asumirán la Dirección Comercial y la Dirección de Recursos Humanos, respectivamente, dos áreas importantes la futura integración (léase también, ajuste), aunque, todo sea dicho, el BBVA depende todavía del visto bueno de las autoridades europeas de la competencia para adquirir la entidad catalana.
Penas era director de zona en Barcelona de BBVA, y Cervera, director de Recursos Humanos de la Dirección de Levante de BBVA, según la información de la entidad catalana, que entiende los cambios por la necesidad de cubrir vacantes (el hasta ahora director comercial David Griera ha fichado por CaixaBank) o el nuevo escenario económico español.
Lo que no aclara la entidad es el futuro de José Carlos Pla, que tomó las riendas de la Catalunya Bank nacionalizada, a pesar de la oposición inicial de FG, que había pactado con él los términos de su pensión del BBVA. Pero cuando el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) necesitaba 'un Goirigolzarri' para CX pensó precisamente en Pla. Fue finalmente el Banco de España el que obligó a FG a que cediera sin quitarle la jubilación. El charco de Catalunya Caixa era demasiado profundo y no se podía dejar en manos de cualquiera. Además, FG ya se había negado, esa vez con éxito, para que Pla se colocara al frente de Cajasur, que posteriormente adquirió La Kutxa.
Mariano Tomás
mariano@hispanidad.com