"A nadie le está permitido tomar medida alguna conducente a impedir o dificultar a los padres de alumnos que hagan uso de cualquier medio legítimo", señalan los obispos
La Conferencia Episcopal remitió el pasado 9 de mayo una circular a los titulares de los centros religiosos en respuesta a la nota remitida dos días antes por el secretario general de la FERE, el P. Manuel de Castro. Los obispos vienen a clarificar la nota en la que los religiosos de la enseñanza aseguraban haber dialogado su postura con la Conferencia Episcopal. Desde luego no fue la circular del 17 de la FERE lo acordado en unas conversaciones informales.
En su circular de 7 de mayo, la patronal de los religiosos de la enseñanza recordaba que en su momento se opusieron a la imposición obligatoria de la asignatura Educación para la Ciudadanía pero que, una vez implantada, la pensaban adaptar a su ideario y hacerla compatible con el proyecto educativo católico. En esta circular, FERE instaba a sus centros a que no admitiesen objeciones de conciencia de padres frente a la asignatura Educación para la Ciudadanía.
Para ello se amparaban en una Declaración de 28 de febrero de 2007 de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española relativa a los decretos legislativos que desarrollaban la LOE. En aplicación de la declaración de los obispos, en el que se decía que "Los centros católicos de enseñanza, si admiten en su programación los contenidos previstos en los Reales Decretos, entrarán en contradicción con su carácter propio, informado por la moral católica", la FERE se comprometía a adaptar Educación para la Ciudadanía a su carácter propio, es decir a su ideario y se oponía formalmente a la objeción de conciencia frente a esta asignatura, recordando a sus centros que la no impartición de la asignatura podría traerles sanciones administrativas. En esa misma circular, los religiosos de la enseñanza reconocían por vez primera que "en los centros públicos, la objeción de conciencia frente a Educación para la Ciudadanía tendría todo su sentido". Una insolidaridad en toda regla.
La circular de FERE de 7 de mayo no debió resultar muy clarificadora debido a que el 18 de mayo, Manuel de Castro, secretario general de la patronal religiosa de la enseñanza, se vio obligado a cursar una nueva circular. Esta vez en solitario, porque la presidenta de la FERE-CECA, Inmaculada Tuset, desaparece de la firma. ¿Operación en solitario? ¿Broncas internas?
Se trataba de un quiero y no puedo. Un sí, pero no. Reiteran su respeto al derecho de los padres, pero insiste en lo "innecesario" de plantear la objeción en los colegios religiosos ya que la nueva materia se adaptaría al carácter propio del centro. Una afirmación que –sin embargo- requiere de la bendición de Cabrera unos días más tarde, como hemos informado. Es el denominado "Pacto de Cabrera" que viene a sustituir al "Pacto de Rubalcaba".
Buen bien, esta segunda misiva del P. de Castro ha sido contestada por otra de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Española. Los obispos recuerdan que la Declaración de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal de 28 de febrero "deja claro que a nadie le está permitido tomar medida alguna conducente a impedir o dificultar a los padres de alumnos que hagan uso de cualquier medio legítimo a su alcance para defender el derecho que les asiste de ser ellos quienes determinen la educación moral que desean para sus hijos". O sea, que cuando se referían al derecho de los padres a defenderse bajo "cualquier medio legítimo", se referían a "cualquiera", sin exclusión de la objeción de conciencia (contemplado en el artículo 16 de la Constitución Española) y sin exclusión de los centros concertados. O dicho de otra forma: no es posible crear un ‘Guantánamo educativo' en los colegios concertados.
La nota de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal recuerda que si los contenidos de Educación para la Ciudadanía pudieran adaptarse a la doctrina católica, "esta enseñanza mantendría igualmente su condición de formación de la conciencia moral impuesta por el Estado a todos los padres y a todos los centros al margen de su elección".
